Moquillo en perros: síntomas y cómo curarlo

Qué es:

El moquillo o distemper canino es una infección viral altamente contagiosa, ocasionada por el virus del genero Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae. El moquillo ocasiona una enfermedad sistémica grave que produce fiebre y síntomas a nivel gastrointestinal, respiratorio, dermatológico, oftalmológico y neurológico.

Esta infección viral se transmite a través del contacto directo de un animal infectado con otro, teniendo más riesgo de contagiarse los cachorros con menos de 4 meses y los perritos que no han sido vacunados contra el moquillo.

El moquillo es una enfermedad de gravedad que puede ocasionar la muerte de su animal de estimación, pudiendo ser prevenida a través de la vacunación. Por este motivo, si sospecha que su mascota pueda tener esta enfermedad debe acudir lo más pronto posible al veterinario, para que realice una evaluación de los síntomas presentes e indique el tratamiento más adecuado.  

Principales síntomas

Los síntomas iniciales del moquillo son:

  • Fiebre;
  • Pérdida de apetito;
  • Ligera depresión;
  • Secreción ocular y nasal;
  • Amigdalitis.

A partir del 6º al 9º día de la infección se disemina a las células de la mayoría de los órganos. En esta etapa, el resultado de la infección y la gravedad de los sintomas varían notablemente según la virulencia del virus, la edad del animal y de su estado inmunitario. Si el perro desarrolla una fuerte respuesta inmunológica, el virus se elimina de los tejidos y el animal se recupera por completo de la infección.

Cuando los perros desarrollan una respuesta inmunitaria débil, el virus puede llegar a los tejidos y al sistema nervioso central. Los signos clínicos iniciales desaparecen, pero el virus persiste en el organismo y al cabo de 10 días después de la infección comienzan a surgir los signos respiratorios, oftalmológicos, intestinales y dermatológicos, que incluyen:

  •  Secreción nasal purulenta;
  •  Tos;
  • Conjuntivitis;
  • Dificultad para respirar;
  • Neumonía;
  • Diarrea y vómitos;
  • Llagas llenas de pus en la piel;
  • Engrosamiento y endurecimiento de las almohadillas de las patas y la nariz (hiperqueratosis);
  • Falta de esmalte dental (hipoplasia del esmalte);
  • También pueden surgir infecciones bacterianas secundarias a una disminución en las defensas del organismo.

A partir de los 20 días posteriores a la infección, se pueden observar signos neurológicos, como:

  • Dar vueltas;
  • Bajar y subir la cabeza;
  • Movimientos rápidos e involuntarios de los ojos (nistagmo), 
  • Parálisis parcial o completa;
  • Convulsiones;
  • Demencia.

Los espasmos involuntarios o la contracción de los músculos y las convulsiones precedidas por movimientos de la boca como si estuviera masticando chicle se consideran típicos de la infección por CDV. Los signos neurológicos también se pueden observar a los 40 a 50 días.

A medida que va pasando el tiempo el virus continua afectando el sistema nervioso central y la enfermedad va evolucionando de forma discontinua pero progresiva. Algunos perros consiguen recuperar pero suelen quedar con algunas secuelas neurológicas. Por lo general, la mayoría de los perros mueren de 2 a 4 semanas después de la infección.

Transmisión, diagnóstico y duración

El moquillo se transmite por contacto directo de un animal infectado con uno saludable. El virus entra a través de la nariz o por vía oral y se comienza a replicar en el organismo, causando una disminución severa de las células de defensa del sistema inmune (células T y células B), persistiendo durante varias semanas. El período de incubación del virus puede variar entre 1 a 4 semanas.

El tiempo que su perrito puede demorar en curarse dependerá de la severidad de los síntomas y en la fase de la enfermedad en la que se encuentren, algunos perritos pueden curarse al cabo de 10 días, mientras que otros pueden presentar los síntomas neurológicos durante varias semanas y meses. 

El moquillo es diagnosticado por el veterinario a través de la evaluación de los síntomas presentes. No obstante, puede solicitar si lo considera necesario un examen de PCR, el cual le permitirá confirmar la presencia del virus en el organismo del perrito.

Cómo curar el moquillo

El moquillo no tiene cura, debido a que al ser un virus, es el propio organismo del perrito quien debe luchar para eliminarlo, por lo que la cura dependerá de la edad del animal y de su sistema inmunitario.

No obstante, el veterinario podría indicar un tratamiento para aliviar los síntomas con el uso de antieméticos, antidiarreicos, hidratación por vía intravenosa y antibióticos (en los casos donde se presente una infección bacteriana oportunista), así como medicamentos que sean necesarios para controlar los síntomas neurológicos. 

Cómo prevenir

Para prevenir el moquillo es importante vacunar al perro contra este virus. La vacuna posee el virus del moquillo atenuado y, dependiendo del pais donde se encuentre, esta puede conseguirse como una vacuna trivalente o tetravalente, es decir, que protege contra otros virus además del moquillo. 

La vacuna es aplicada en los cachorros con un esquema inicial de 3 dosis. con un refuerzo al año y luego cada 3 años. En el caso de los perros adultos que no han sido vacunados, el esquema inicial es de 2 dosis y luego deben ser vacunados cada 3 años. 

Bibliografía

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