Cuando el gato estornuda muy frecuentemente puede indicar la presencia de enfermedades, como gripe felina, sinusitis, rinitis o una infección bacteriana.
Cuando el gato estornuda de vez en cuando, no suele ser motivo de preocupación, debido a que puede ocurrir debido a la inhalación de algún agente irritante o alérgeno de las vías nasales o por estar muy emocionado, por ejemplo.
No obstante, es importante que si el gato estornuda frecuentemente y este se acompaña de otros síntomas como dificultad respiratoria, disminución del apetito y letargia, por ejemplo, se debe acudir al veterinario para que realice una evaluación que permita identificar cuál es el problema e indicar el tratamiento más adecuado.
Causas de estornudos en gatos
Las principales causas se estornudos en gatos son:
1. Irritación de las vías nasales
La irritación de las vías nasales suele causar estornudos esporádicos, pues esta suele deberse a la inhalación de diversos agentes, como el perfume de la arena, el contacto con detergentes o productos de limpieza, el olor de una vela o difusor de olores, perfumes, polvo, polen, moho, pesticidas o humo de cigarrillo, por ejemplo.
2. Gripe felina
La gripe felina es el término genérico que se aplica a la infección de las vías respiratorias superiores en los gatos. Esta enfermedad puede ser causada por diversos tipos de microorganismos, como el del herpes felino (FHV), el calicivirus felino (FCV), la clamidia
felis, Bordetella bronchiseptica y especies de micoplasmas FHV y FCV son las causas más comunes de gripe en los gatos. En algunos casos, más de un agente puede estar involucrado.
Los signos de la gripe felina pueden variar según los agentes implicados, por lo general hay secreción nasal clara, estornudos y secreción ocular.
Qué hacer: si el gato posee secreciones claras y se encuentra físicamente bien, el veterinario no suele indicar tratamiento, pues su propio organismo intentará eliminar el microorganismo.
No obstante, los gatos enfermos o aquellos gatos con signos de infección bacteriana requerirán de un antibiótico, el cual debe ser recetado por el veterinario, siendo por lo general doxiciclina durante 5 días o 3 semanas en caso de Clamidia felis.
3. Sinusitis y/o rinitis
La rinitis es la inflamación de las membranas mucosas de la nariz y la sinusitis es la inflamación del revestimiento de los senos paranasales. Generalmente, estas ocurren juntas, lo que se denomina rinosinusitis, pudiendo ocasionar síntomas como estornudos, manoseos en la cara, secreción nasal, ronquidos, conjuntivitis y respiración con la boca abierta.
Por lo general, la secreción es clara, pero si ocurre una infección bacteriana secundaria puede convertirse en una mucosidad. Los estornudos pueden ser frecuentes o pueden aparecer y desaparecer en casos de rinitis crónica. Los gatos afectados también pueden experimentar un estornudo inverso, una inhalación corta y rápida en un intento de destaparse la nariz.
Las causas pueden ser bacterianas, alérgicas, virales o fúngicas.
Qué hacer: es importante acudir al veterinario debido a que es necesario determinar cuál es la causa para poder seguir el tratamiento más adecuado, pudiendo indicar antibióticos o antifúngicos. La cirugía puede recomendarse para animales que no responden a la terapia médica, aunque los resultados no siempre son positivos.
4. Bordetella bronchiseptica
La Bordetella bronchiseptica es una bacteria que puede causar infecciones respiratorias del tracto superior, ocasionando síntomas como estornudos, descarga nasal y ocular y a veces tos. Los gatos pueden infectarse si entran en contacto directo con las secreciones orales o nasales de gatos o perros infectados.
Esta bacteria prospera cuando los gatos están densamente alojados, como ocurre en los refugios o en hogares con varios gatos.
Qué hacer: es importante acudir al veterinario el cual por lo general indicará el uso de un antibiótico, como la doxiciclina o posiblemente un antibiótico de fluoroquinolona.
Es posible prevenir esta bacteria a través de la colocación de una vacuna complementaria específica. No obstante, esta implica una evaluación cuidadosa del estilo de vida, la edad, el estado de salud, la exposición a otros gatos (y la salud de estos gatos) y el historial de vacunas, el cual debe ser realizado por el veterinario, quien determinará si recomienda o no la colocación de esta vacuna.
Cómo se realiza el diagnóstico
Para el diagnóstico el veterinario deberá evaluar los síntomas que el gato presenta y, en algunos casos, podría tomar una muestra de las secreciones nasales, oculares, de la garganta y/o de la boca de su mascota para ser enviada al laboratorio, de manera de identificar cuál es el agente causal de la enfermedad.
